El que no tiene datos no es nada y no compite con nadie entrevisa con ganadero santandereano

Para Jorge Humberto García ser premio nacional de la ganadería, no es sinónimo de superioridad o de grandeza, más bien es un reconocimiento a la dedicación en su labor como ganadero, así lo reflejan sus actuaciones, la sencillez como se expresa y donde   no hace tanto  alarde de este reconocimiento.

Su curiosidad por conocer conceptos diferentes, lo llevó a buscar en internet sobre ganadería por franjas, encontrando dentro de su investigación varias páginas relacionadas acerca del proceso del  pastoreo racional Voinson, desde ese momento tuvo en cuenta  que el mayor reto era adecuar esa teoría a su práctica diaria.

En recorrido por Hacienda El Rancho, en el municipio de Piedecuesta, Santander, García en diálogo con este medio web, relata todo  el sistema que adoptó para la producción en  sus animales, a continuación se comparte su entrevista.

Blog Ganadero: ¿Cómo define usted una ganadería productiva y sostenible?

Jorge García:

“Conceptualizando con todos lo ganadero, lo que se busca es productividad,  producir  más, si miramos en el ámbito nacional,  tenemos .64 unidades  animal por hectárea, con ganancias diarias de 300 gramos en promedio, estamos muy lejos de ser productivos, pero creo que como ganaderos tradicionales tenemos que cambiar unos conceptos de racionalización de las pasturas que son la fuente real para que los animales nos aumenten.

Si manejamos hoy un animal y somos capaces de manejar dos en la misma área, estamos doblando nuestra producción y productividad, tenemos un mejor resultado a nuestro programa ganadero, la forma es el día que entendamos que hay que racionalizar las pasturas, el pasto es la comida más barata, el día que yo sepa cuánto me produce mis animales con pasturas en mi finca, podría empezar a  adicionar  suplementos, otros elementos para  tener más resultados, pero antes debo saber si esas adiciones me pagan la inversión.”

B.G Sobre las pasturas ¿Qué nos puede compartir de su experiencia?

J.G “No abono los potreros, es el mismo abonamiento que hace los animales en la pastura, no utilizo químicos, nada de ivermectinas; se están usando últimamente.

La parte de la división de los potreros es clave,  con una sola cuerda de alambre, con manija de pvc, acá las pasturas se convierten en la mejor cerca.”

B.G ¿Cómo se adapta usted a los cambios bruscos de clima principalmente en verano?

J.G “El clima es clave, es quien me da las pautas personalmente en mi programa, para manejar las cargas de ocupación, en la parte productiva he logrado manejo de 2.450 kilos por hectáreas que corresponde a tener a siete novillas de 350 kilos máximo, en condiciones normales donde no hay un extremo invierno ni verano.

Siempre en los inviernos se verá más abundante pastos, fueron tan pronunciados y tan fuertes las lluvias, donde demasiada agua hizo que en las pasturas no hubiera oxigenación, además cuatro, cinco día sin sol no hubo proceso de fotosíntesis y desarrollo en ellas, empezamos a ver unas pasturas muy mal desarrolladas, además en el sistemas que manejamos como son áreas tan pequeñas el encharcamiento es grande y la pérdida de pasturas mayor.

En los veranos, sí he tratado es de bajar los niveles de carga, en el caso que yo hablo de un punto máximo de 2.450 gramos por hectárea lo que yo hago es al mismo número de animales en menor peso, donde bajo más o menos 1000 kilos y los resultados del verano tan fuerte de hace un año donde me ganaban 600 gramos alcanzaron a ganar 800 gramos, en resumidas cuentas, la productividad por área es la misma, porque se bajó el nivel de carga.

En casos así, estoy usando una suplementación con un producto Ganablock, que les da una ayuda en la parte de nutrición y de energía a los animales en esos casos, de resto no uso, es el manejo continuo del cambio de división de potreros con sus respectivas aguas limpias y sus sales mineralizadas.”

B.G ¿Cómo consigue ser ganador del premio nacional de ganadería en ceba en 2011?

J.G “Fue ganado, sobre todo por algo muy especial que yo siempre lo he hecho recalcar, no tanto lo grande o monstruoso del esquema, sino por unos detalles muy importantes que es lo que se necesita tener y son datos, es uno de los requisitos para obtener este premio, datos reales y creíbles.

A mí me pidieron datos del 2010 y yo tenía de años atrás, entregué todo lo que tenía, para que los vieran, los analizaran y cuando vinieron corroboraron lo que estaba haciendo y es una de las cosas fundamentales en este esquema.

El que no tiene datos no es nada y no compite con nadie, aquí para yo poder decirle a alguien que tengo mejores resultados, tengo que mostrarle datos, es la única verdad.”

B.G Habla de datos ¿cómo los trabaja en su hacienda?

J.G “Todo lo que se trabaja aquí viene de otra finca, tenemos toda la información de los padres, madres, tiempos, destetes, pesos, todo el esquema lo tenemos y se lleva desde diciembre de 2004

Se pesa en una báscula y se pasa a una hoja de cálculo, ahí se va viendo si el animal progresa, se mantiene o está en decadencia, qué está pasando, se analizan, es para mí realmente la única forma de saber lo que estoy haciendo, desgraciadamente somos muy dado a no medir, a decir está muy bonito el animal y eso solo nos los da una cifra real, para poder hacer resultados y el análisis de estos.

Tampoco no es llevar datos por llevar, archivar en un papel y tenerlos ahí, es un análisis lo que se tiene que hacer, de ver cuál toro ha tenido mejores resultados, cada vaca, cómo ha tenido sus resultados en sus partos.

Cada animal desde que llega aquí se  empieza con sus respectivos pesajes hasta que se vende, diariamente cuántos gramos día ganó, cuántos kilos mensuales ganó, cuál fue el tiempo  para salir al mercado,

Lo mismo desde que estaban en la finca en san Vicente, peso al nacer, padre madre, peso al destete y peso de salida de allá, cuánto ganó allá y cuánto acá y hacer un análisis de todo el  esquema de vida que tuvo.”

B.G En el tema de la Ceba, ¿Qué les puede decir a los ganaderos que se especializan en esta producción?

J.G “Para mí la ceba es un negocio de tiempo, entre más  gane hoy, más rápido sale al mercado, entre mas lo tranquemos y no se le de  lo que necesita y de buena calidad, el animal lo estamos parando, por eso, son animales de cuatro años y medio al mercado; el promedio nacional está 44 – 45 meses a planta de sacrificio.

Si yo hoy soy capaz que el animal me aumente más, más rápido sale al mercado, los avicultores y porcicultores,  eso lo tienen muy claro, con una razón muy fundamental, ellos pagan la comida y en muy poco tiempo con un mal manejo se pueden quebrar, nosotros como no la pagamos, como el pasto está ahí, se espera unos tres meses si sube y la cosa cambia y de pronto en ese tiempo perdemos un esquema.

Aquí se hace ese trabajo, esta mañana estábamos pesando unos animales, en el verano estábamos manejamos 27, se vendieron 10 de los más grandes, para dejar solo 17, porque esa es la comida para ellos y mirando los datos del pesaje  están ganando en el verano fuerte 450 – 500 gramos día, si yo hubiese dejado los 27  en esta rotación pierdo lo trabajado.”

¿Cuál considera usted es el mayor paradigma del ganadero colombiano?

J.G “Es complicado, es un concepto muy personal, creo que es el mismo nombre, la creencia es que la ganadería es de ganancia, de ganar, decirlo es fácil, se cree que es un proceso que camina solo y eso es mentira, es de los programas que más atención hay que darles, hay muchos factores conjugándose en el proceso ganadero, no solo es el animal, es la pastura, el suelo, el ambiente, el personal que trabajo, soy yo mismo como ejecutor, no es fácil decir esto es aquí y se debe hacer así, cada terreno es diferente, cada ambiente cambia, cada raza hay que conocerla para así empezar a tener resultados.

El día que entendamos como ganaderos  que hay que conjugar  muchos factores para realmente llegar a unos procesos para buenos resultados finales, creo que empezamos a tener unos cambios, no es difícil, no es irnos a cosas muy grandes, hay cosas muy sencillas que hemos dejado pasar por alto y las podemos recuperar  y empezar a buscar resultados tangibles, a buenos costos, con buenos manejos ambientales.

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